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jueves, 23 de septiembre de 2010

Blogger invitada: Patricia y su lugar en el mundo

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Increíble vista desde el cerro Campanario, Bariloche, Río Negro.
Como muchos de los que siguen mi blog me han pedido a menudo que publique posts sobre la Patagonia, se me ocurrió que no había persona mejor calificada que mi amiga Patricia Sgrignuoli, para contarles acerca de esta lejana y bella región de mi país.
Patricia, autora del blog Fotos y relatos de viajes - Viajando por Patagonia, vivió toda su vida en la ciudad de Buenos Aires pero desde pequeña tenía un sueño: vivir en la PATAGONIA.

Por estos días Patricia está ultimando detalles para mudarse definitivamente a su nuevo hogar en uno de los más hermosos rincones de la Patagonia, el lugar que siempre fue *su* lugar en el mundo. Aquí su relato de cómo nació y creció este sueño hasta hacerse realidad.

Patagonia – Mi lugar en el mundo...
por Patricia Sgrignuoli 

Patricia esquiando en los bosques fueguinos.
Con alegría recibí la invitación de mi amiga Aledys para escribir una entrada en su blog sobre una de las regiones más bellas, más alejadas, más mágicas de mi país como es la Patagonia y por qué la elegí como “mi lugar en el mundo”... No es fácil expresar en palabras los sentimientos, pero creo que despues de leer estas líneas y ver las fotos, podrán entender lo que siento... Trataré de resumirles cómo fue mi historia:

Era una niña de 12 años cuando mis padres me llevaron por primera vez a Bariloche para unas vacaciones de verano; recuerdo la vista desde la ventana de la cabaña donde nos hospedamos: el color azul del lago Nahuel Huapi, las montañas a lo lejos... Admirando ese paisaje me dije a mí misma lo lindo que sería algún día vivir en un lugar como ése. Pocos años después volvimos, pero esa vez en invierno y fue mi primer contacto con el frío y la blancura de la nieve... Me convencí que de grande quería vivir ahí! Y siempre que pude, volví, cada vez más enamorada de sus paisajes, de su naturaleza, de su gente... Así comencé mi romance con esa región de mi enorme país.
Lago Caviahue, provincia de Neuquén


















 Por años no volví hasta que ya trabajando y estudiando, ahorré lo suficiente para intentar algo que siempre me había fascinado: esquiar... Con un presupuesto ajustado pude llegar al centro de ski de La Hoya (Esquel) y asi poder subirme a las tablas y bajar las montañas. Para llegar viajé en omnibus 24 horas recorriendo los 2000 kilómetros de distancia entre Esquel y Buenos Aires. Seguí esquiando unos años más y pude conocer las pistas de Chapelco (San Martín de los Andes) con sus bellos bosques de lengas hasta que circunstancias familiares y la situación económica tan tambaleante siempre en mi país no me lo permitió más.

imágenes de Caviahue, en la provincia de Neuquén.

Pasaron muchos años hasta que regresé al sur, pero esta vez a la costa patagónica, mas precisamente a Puerto Madryn, con sus maravillosas playas, su mar azul, su cielo tan limpio y claro que de noche nos permitía distinguir los satélites que se mezclaban con las estrellas... y la Península de Valdés! Una verdadera maravilla de la naturaleza, con sus paisajes y su fauna. Un invierno caminando por las playas de El Doradillo pude ver como las curiosas ballenas parecían seguir nuestros pasos a escasos metros de la costa... Y en otra oportunidad con una amiga tomamos la carpa y recorrimos la meseta patagónica día y noche en ómnibus, apreciando esa naturaleza tan ruda, esos paisajes casi desérticos donde pocos animales viven, como el choique y los guanacos; esos cielos en los que el viento dibuja nubes de formas extrañísimas. El fin de este viaje era llegar al Glaciar Perito Moreno, y lo logramos! La distancia desde el glaciar a Buenos Aires, donde vivo, es de casi 2800 kilómetros... Así son las distancias en Argentina, y sobre todo en la Patagonia.
Con más de 30 años cumplidos volví a Bariloche en medio de un temporal de nieve impresionante, la ciudad había crecido tanto que casi no la reconocí, pero sus lagos, sus montañas y los paisajes cercanos seguían intactos.

Lago Mascardi, en las cercanías de la ciudad de Bariloche, Río Negro.
Ya casada, con mi marido (amante también de la Patagonia) nos fuimos de vacaciones a un lugar del que no conocíamos su existencia hasta ese momento: Villa Pehuenia, una pequeña villa a orillas del lago Aluminé con el volcán Batea Mahuida a sus espaldas, ya extinguido hace millones de años y en cuyo cráter se formó una hermosa laguna de aguas azules con playas de arena volcánica. Un lugar especial, en el que crecen unos árboles muy llamativos, las araucarias o pehuenes como los llaman los mapuches, antiguos habitantes de la zona.
Con Silvio, mi marido, quedamos maravillados de ese sitio, y empezamos a pensar seriamente la oportunidad de cambiar nuestra vida de ciudad en Buenos Aires por esa otra vida en la Patagonia... Dos formas de vida completamente diferentes, con paisajes diferentes, con problemas diferentes... porque allá no todo es perfecto como el paisaje; hay muchos problemas, como la falta de combustible a pesar de ser provincias petroleras, los constantes cortes de electricidad, los temporales de nieve que si bien alegran a los turistas, traen problemas como la interrupción de vuelos y de transporte si hay rutas ó muchas calles tapadas por la nieve, suspensión de clases, comercios que no abren... Pero con todos sus problemas, elijo la Patagonia como mi lugar para vivir.

Imágenes de Bariloche, provincia de Río Negro.
También pudimos conocer Copahue y sus maravillosas termas naturales, recorrimos San Martín de los Andes, la ruta de los Siete Lagos (imperdible), Villa la Angostura y Villa Traful, todos estos magníficos lugares con lagos y rodeados de las montañas de la cordillera de los Andes. Conocimos además Caviahue, otra pequeña villa de montaña, a orillas del lago homónimo y dentro del Parque Provincial Copahue, donde protegen a las araucarias que aquí tiene a los ejemplares más antiguos, de casi 1000 años de vida, formando verdaderos bosques. La temporada alta de este lugar es el invierno, porque tiene un moderno centro de ski que da la posibilidad de esquiar en las laderas de un volcán activo, el Copahue. ¿Saben que se puede llegar al corazón de este volcán? Después de recorrer un camino -si se lo puede llamar asi- en 4x4 y un trekking de 3 horas pudimos llegar a su cráter... y para nuestra sorpresa nos encontramos con que está cubierto por una laguna de aguas sulfurosas a elevada temperatura y rodeada de un glaciar colgante. Lo único malo es el olor a azufre que casi no deja respirar!!!

En trineo por el Valle de Lobos, Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego.
Y nuestro último viaje surgió de casualidad... gracias a una promoción de la aerolínea de nuestro país y aprovechando la temporada baja, pudimos llegar a conocer Ushuaia, en el “Fin del Mundo”. Nunca un lugar me transmitió tantas sensaciones diferentes, con decirles que estaba a 3000 kilómetros de mi casa y a 1000 de la Antártida...
Como digo siempre:
“Lejana, indómita, fría, salvaje, ventosa, inhóspita, remota, caótica...
Bella, majestuosa, mística, magnífica, misteriosa, soberbia, única, pintoresca, mágica...
Hay tantas palabras para definir este lugar... pero creo que lo mejor sería resumirlo en que es el sitio donde la naturaleza, la aventura y las leyendas se unen en este extremo del mundo...”
Estas palabras las escribí pensando en Ushuaia, pero van perfectamente para todo lo que representa la Patagonia; creo que fueron las palabras con que mejor pude definir el significado que tiene para mí ese lugar... Un sitio donde prácticamente no hay shoppings, ni grandes luces, ni la vorágine ni el ruido ni la violencia de la gran ciudad, ni los grandes edificios, pero a cambio hay mucha naturaleza, mucho verde, mucha montaña, mucho cielo, mucha paz y silencio...
Hoy, despues de tantos viajes, sacrificios y kilómetros recorridos, esa niña que a los 12 años se enamoró de los paisajes patagónicos, a fines del 2011 cumplirá 50 años y estará cumpliendo ese sueño de pequeña, ya que ese año lo comenzará viviendo allá.
Un sitio donde la naturaleza es dueña de todo: verdes bosques cubren las montañas, un lago de aguas transparentes y azules, una pequeña villa que va creciendo de la mano del turismo, un puñado de personas que trabajan para lograrlo, sin apuros, sin violencia, en paz... Un pequeño rincón de la Patagonia llamado Lago Puelo será MI LUGAR EN EL MUNDO...

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