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Las temperaturas han bajado bastante en estos últimos días aquí en los Países Bajos y allá afuera parece que por fin el invierno se hace sentir.
Por eso, cuando el viento sopla fuerte, el termómetro baja barias líneas bajo cero y uno llega de la calle a la casa helado hasta los huesos, necesita entrar en calor con un plato que sea abundante y sabroso, alimento para el cuerpo y para el alma que nos reconforte.
Si hay una comida que para mí es ideal para el invierno, es el pastel de polenta y carne, un plato que siempre acostumbrábamos a preparar en casa cuando vivía en Argentina.
La polenta, un alimento originario del norte de Italia, es un alimento básico a base de harina de maíz que se utiliza mucho en varias recetas tanto en Argentina como en Uruguay y el sur de Brasil. Aunque el maíz es originario de las Américas, fueron los inmigrantes italianos quienes introdujeron la polenta en Sudamérica durante la gran ola inmigratoria de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.
Para preparar este plato se puede usar polenta blanca o amarilla, En Argentina normalmente recurrimos a la polenta instantánea que allí se consigue en cualquier supermercado y que está lista en 1 minuto - ideal para cuando estamos apurados.
Sin embargo, aquí en los Países Bajos no se consigue esta polenta de cocción super rápida, por lo que yo siempre debo utilizar la polenta común que lleva algo más de tiempo preparar; más o menos unos 20 ó 30 minutos.
También se puede reemplazar la polenta por el clásico puré de papas, agregando un poco de leche y manteca, o crema al puré para conseguir una consistencia más cremosa y también más sabrosa.
En cuanto a la carne, podemos utilizar carne molida si es que queremos agilizar el proceso o nos resulta más cómodo. En Argentina normalmente voy a la carnicería y elijo yo misma el corte que quiero y el carnicero la pasa por la moledora allí mismo, lo cual da más confianza en cuanto a la calidad de la carne. Aquí en Holanda ésto no es posible, así que la alternativa a comprar la bandejita de carne ya molida es elegir un pedazo que me guste y picarla bien fina en casa; este proceso me supone más trabajo, pero me da también más confianza.
Así preparamos el pastel:
(esta receta es suficiente para 4 personas aproximadamente)
Para la base o relleno necesitamos:
1 cucharada de aceite de oliva
400g de carne de ternera, molida
1 cebolla picada
1 tomate cortado en cubitos
1 cucharadita de perejil picado bien fino
1 cucharadita deají molido
1 cucharada de pasas de uva
2 cucharadas de aceitunas sin carozo, en rodajas
sal y pimienta a gusto
Esto es lo que necesitamos para hacer la polenta:
300g de polenta blanca o amarilla (de la común de larga cocción o la instantánea, si es que la pueden conseguir)
agua, cantidad necesaria para hervir la polenta. También se puede usar leche.
sal y pimienta a gusto
1 cucharadita de nuez moscada
optativo: un trocito de manteca (mantequilla) y queso rallado parmesano o similar.
Para la cobertura:
optativo: 3 huevos duros, cortados en rodajas (normalmente yo los dejo fuera de la receta)
400g de queso fresco o mozzarella, cortado en cubos o desmenuzado
1 pimiento rojo, cortado en tiritas
1 cucharadita de perejil molido
Preparación:
La base:
En una sartén con aceite de oliva sofría la carne y la cebolla. Cocine hasta que la cebolla quede transparente y la carne se dore un poco. Añada luego el tomate, el perejil y el ají molido y cocine unos 5 minutos.
Por último, agregue las pasas, las aceitunas, sazone con sal y pimienta y retire del fuego reservando.
La polenta:
Vierta la polenta en una olla con suficiente agua (puede ser leche) en forma de lluvia, revolviendo continuamente. Condimente con sal y pimienta. Cuando comienza a espesar, coloque una tapa para evitar que salpique y provoque quemaduras, porque en el primer hervor la polenta se pone algo violenta...
Cuando ha espesado la polenta, cocine a fuego suave unos 20 minutos, si es de la polenta común. Si se seca la preparación, puede agregarle agua o leche. Pruebe la polenta y si está ya cocida, retire del fuego.
Después de retirarla, puede agregarle queso parmesano rallado, algunos trocitos de manteca y una cucharadita de nuez moscada. Mezcle bien para que quede de una consistencia suave y cremosa.
El armado:
Precaliente el horno a 180°/190°C.
En una fuente para horno distribuya la mitad de la polenta. Sobre ésta coloque la base o relleno preparado. Encima puede colocar, si lo desea, las rodajas de huevo duro y luego cubra con el resto de la polenta.
Por encima de la polenta, coloque los cubos o trozos de queso mantecoso o mozzarella, las tiritas de pimiento rojo y el perejil picado.
Lleve al horno durante unos 40/45 minutos. Controle de vez en cuando que la cobertura no se dore demasiado rápido. Si ve que toma color muy pronto, baje la temperatura del horno y coloque la fuente un poco más abajo.
Al sacar el pastel del horno, habrá tomado un delicioso color dorado formando burbujas a los costados de la fuente. Deje reposar unos minutos para dejar que los jugos se asienten un poco.
Recomiendo servir el pastel con una copa de vino malbec argentino, por supuesto.
Buen provecho!