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domingo, 20 de mayo de 2012

El ritual de ir a tomar un helado - a la holandesa!

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Cualquiera que sepa que llevo ya nueve años viviendo en los Países Bajos, se imaginará que a estas alturas conozco el país de punta a punta y como la palma de mi mano; en especial si tenemos en cuenta que éste es un país bastante pequeño.

Algo de verdad hay en esta suposición - llevo visitados muchísimos rincones del país: he recorrido grandes ciudades y pequeños pueblitos, pólders e islas;  he explorado marismas y pantanos, playas y bosques; también he estado a  orillas del mar y también del mar convertido en lago por la mano del hombre.

Sí, puedo decir que he recorrido el país de punta a punta y además he tomado miles de fotografías de cada lugar visitado. A estas alturas, estoy también bastante familiarizada con la forma de ser de los holandeses y hasta he adoptado algunas de sus costumbres y alguna que otra de sus características más particulares. He hecho todo lo posible para hablar su idioma, he estudiado su historia y admirado su arte y su literatura.

Creo que hasta puedo decir que me he ganado la ciudadanía holandesa que me fue otorgada en el año 2007!

Estacionamiento de bicicletas en la estación de trenes de la ciudad de Amersfoort.
Así y todo, hay vistas o escenas que aún hoy me parecen nuevas, como recién descubiertas. Todavía me sigue fascinando ver una o varias bicicletas en el entorno que sea, y no me canso de tomar fotografías que incluya al menos una - ni qué hablar de miles!
Llegado el invierno, la locura por el hielo me contagia y junto al resto del país, aguardo en suspenso oír la palabrita mágica: Elfstedentocht. Luego, al llegar la primavera, me agarra la "tulipmanía" y salgo a recorrer el pólder cámara en mano, fotografiando los campos cubiertos de flores  hasta el cansancio y saturando a mis contactos en Flickr y Facebook a causa de la sobredosis de tulipanes.

Una escena simple, como la que presencié hace un par de días en la ciudad de Alkmaar mientras aguardaba la partida de un crucero en lancha por los canales de la ciudad, todavía me maravilla como si fuera nueva para mí y fuera una recién llegada a estas tierras.

Salir a tomar un helado es una costumbre que es casi un ritual para muchos de nosotros, especialmente en el verano. Pero cuántos de nosotros podemos decir que para cumplir con ese ritual en una tarde de verano, tenemos que subir a un bote y remar por los canales de la ciudad hasta llegar a nuestra heladería preferida? Acaso alguna vez nos tocó esperar al heladero en nuestro barquito luego de llamarlo con la campanita ubicada a tal fin sobre el paredón del canal? Y cuántas veces nos hemos dado el gusto de saborear nuestro helado favorito en compañía de nuestro mejor amigo y una vez terminado el recreo retomado los remos y continuado canal arriba o canal abajo en nuestro barquito?

No se puede negar que es una manera bastante original de ir a tomar un helado con el mejor amigo!


Disfrutando de un helado a la manera holandesa!


viernes, 11 de mayo de 2012

El cierre de la temporada de los tulipanes: visita a los jardines de Keukenhof

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La primavera en Holanda suele ser algo más fresca y también más lluviosa que en otras partes de Europa y en estos últimos días hemos tenido temperaturas bastante más bajas de lo habitual para la época del año y más lluvia de la que nos gustaría.
Pero a pesar de esta primavera tan poco ... primaveral, si se quiere, es imposible no dejarse atraer por la belleza de los tulipanes. Desafiando el frío, el viento y a veces hasta la molesta lluvia, hace un par de fines de semana hice el recorrido (en varias etapas) por los campos de tulipanes en el Noordoostpolder y hasta me llegué a los Jardines de Keukenhof por segunda vez desde que vivo en el país.


La estación de los tulipanes, sin embargo, está ya finalizando. Hace un par de semanas cuando acompañaba a mi marido en un viaje a la ciudad de Utrecht, tuvimos oportunidad de ver el proceso de "descabezamiento" de los tulipanes (tulpen koppen, en neerlandés) por el cual se cortan las flores dejando los tallos solamente para que los bulbos se desarrollen mejor. En algunos casos ya hasta  habían extraído los bulbos para su almacenamiento, venta o exportación.

Pero si bien es tarde para hacer el recorrido de los campos de tulipanes en la tierra reclamada al mar en la provincia de Flevoland, todavía hay tiempo de sobra para visitar los Jardines de Keukenhof que permanecerán abiertos hasta el domingo 20 de mayo próximo. Probablemente ya los tulipanes habrán entrado en su fase de declive, pero conservarán todavía su colorida belleza como para que el paseo valga la pena.

Los colores de Keukenhof: fucsia, rosado, amarillo, blanco, negro...




Keukenhof es el jardín de flores de bulbo más grande del mundo, según dicen. Todos los años se plantan un total de unos 7 millones de bulbos en este parque de 32 hectáreas cerca de Lisse, en la provincia de Holanda Meridional. 

 Los orígenes de Keukenhof se remontan al siglo 15, cuando estas tierras formaban parte del coto de caza de la condesa de Hainaut, quien además hacía cultivar allí las hierbas que se utiliaban en su cocina, lo cual le dio nombre al parque - keukenhof en neerlandés significa, "jardines de la cocina", 

el público en Keukenhof: 



En el siglo 17 Adrian Maertz Block, capitán de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y gobernador, adquirió las tierras de Keukenhof y se retiró a vivir en la casa de campo que hizo construir allí, pasando a ser conocida su residencia como el castillo de Keukenhof. 

Posteriormente, en el siglo 19, el barón y la baronesa de van Pallandt encargaron al arquitecto paisajista Jan David Zocher y su hijo (creadores del Vondelpark de Amsterdam) el diseño de los jardines del castillo de Keukenhof. El estilo inglés de Zocher y su hijo es el estilo que aún predomina en los jardines de Keukenhof en nuestros días. 

En 1949 el alcalde de la ciudad de Lisse abrió los jardines de Keukenhof al público con el objetivo de realizar allí una exposición de flores que atraería a los productores de todo el país y de Europa e impulsaría la industria nacional en la posguerra.


En la actualidad, Keukenhof es el jardín de flores de bulbo más grande del mundo y ha sido visitado por más de 52 millones de personas en los 63 años desde su creación. Todos los años antes de la apertura del parque, una ejército de jardineros, voluntarios, especialistas, expositores, jardineros, horticultores, etc., realizan un trabajo monumental para dejar todo listo para la inauguración de la estación de los tulipanes en Keukenhof.  Unos 7 millones de bulbos son plantados cada año y la totalidad del césped del parque es reemplazado para que luzca impecable, incluyendo el césped al pie de los árboles. 

Además de los 7 millones de bulbos, en Keukenhof pueden admirarse un total de 2500 árboles de 87 variedades diferentes. A la par de los 15 km de senderos, estanques, puentes y jardines de exhibición, el parque cuenta con cuatro pavellones cubiertos bautizados con los nombres de miembros de la casa reinante de los Países Bajos: el pabellón Guillermo Alejandro, el pabellón Beatriz, el pabellón Juliana y el pabellón Orange Nassau, donde se exponen diferentes variedades de bulbos y otras flores de estación. 
Si a todo ésto le agregamos un molino de 1892, los doce cisnes que todos los años son soltados en el parque durante la temporada, los siete jardines de distintos estilos, el pabellón informativo sobre los bulbos, los cuatro restaurants y las tiendas de souvenirs, el resultado es un parque turístico que se impone visitar cuando se está en Holanda.


Si a pesar de todo, ya es tarde para visitar Keukenhof este año, nos queda la esperanza del próximo. En el 2013 el parque abrirá desde el 21 de marzo al 20 de mayo, de modo que hay tiempo más que suficiente para planificar una visita al país de los tulipanes! 


En el sitio web de los Jardines de Keukenhof podrán encontrar la información necesaria para planificar la visita, incluso se pueden comprar las entradas online. 
En este artículo que publiqué hace unos días en Pocket Cultures (en inglés), pueden además conocer acerca de cómo el tulipán se transformó en uno de los símbolos de Holanda y otras opciones para admirar estas bellas flores durante la primavera, como la ruta de los tulipanes, el desfile de las flores y el museo/jardín Hortus Bulborum. 
En este post del año pasado (en español) pueden encontrar información y fotos de mi recorrido por el camino de los tulipanes en la provincia de Flevoland. 

viernes, 3 de febrero de 2012

Recetas para el invierno: pastel de polenta y carne

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Las temperaturas han bajado bastante en estos últimos días aquí en los Países Bajos y allá afuera parece que por fin el invierno se hace sentir.

Por eso, cuando el viento sopla fuerte, el termómetro baja barias líneas bajo cero y uno llega de la calle  a la casa helado hasta los huesos, necesita entrar en calor con un plato que sea abundante y sabroso, alimento para el cuerpo y para el alma que nos reconforte.

 Si hay  una comida que para mí es ideal para el invierno, es el pastel de polenta y carne, un plato que siempre acostumbrábamos a preparar en casa cuando vivía en Argentina.

La polenta, un alimento originario del norte de Italia, es un alimento básico a base de harina de maíz que se utiliza mucho en varias recetas tanto en Argentina como en Uruguay y el sur de Brasil.  Aunque el maíz es originario de las Américas, fueron los inmigrantes italianos quienes introdujeron la polenta en Sudamérica durante la gran ola inmigratoria de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

Para preparar este plato se puede usar polenta blanca o amarilla, En Argentina normalmente recurrimos a la polenta instantánea que allí se consigue en cualquier supermercado y que está lista en 1 minuto - ideal para cuando estamos apurados.
Sin embargo, aquí en los Países Bajos no se consigue esta polenta de cocción super rápida, por lo que yo siempre debo utilizar la polenta común que lleva algo más de tiempo preparar; más o menos unos 20 ó 30 minutos.

También se puede reemplazar la polenta por el clásico puré de papas, agregando un poco de leche y manteca, o crema al puré para conseguir una consistencia más cremosa y también más sabrosa.

En cuanto a la carne, podemos utilizar carne molida si es que queremos agilizar el proceso o nos resulta más cómodo. En Argentina normalmente voy a la carnicería y elijo yo misma el corte que quiero y el carnicero la pasa por la moledora allí mismo, lo cual da más confianza en cuanto a la calidad de la carne. Aquí en Holanda ésto no es posible, así que la alternativa a comprar la bandejita de carne ya molida es elegir un pedazo que me guste y picarla bien fina en casa; este proceso me supone más trabajo, pero me da también más confianza.

Así preparamos el pastel:

(esta receta es suficiente para 4 personas aproximadamente)

Para la base o relleno necesitamos:

1 cucharada de aceite de oliva
400g de carne de ternera, molida
1 cebolla picada
1 tomate cortado en cubitos
1 cucharadita de perejil picado bien fino
1 cucharadita deají molido
1 cucharada de pasas de uva
2 cucharadas de aceitunas sin carozo, en rodajas
sal y pimienta a gusto

Esto es lo que necesitamos para hacer la polenta:

300g de polenta blanca o amarilla (de la común de larga cocción o la instantánea, si es que la pueden conseguir)
agua, cantidad necesaria para hervir la polenta. También se puede usar leche.
sal y pimienta a gusto
1 cucharadita de nuez moscada
optativo:  un trocito de manteca (mantequilla) y queso rallado parmesano o similar.

Para la cobertura:

optativo: 3 huevos duros, cortados en rodajas (normalmente yo los dejo fuera de la receta)
400g de queso fresco o mozzarella, cortado en cubos o desmenuzado
1 pimiento rojo, cortado en tiritas
1 cucharadita de perejil molido


 Preparación:

La base:
En una sartén con aceite de oliva sofría la carne y la cebolla. Cocine hasta que la cebolla quede transparente y la carne se dore un poco. Añada luego el tomate, el perejil y el ají molido y cocine unos 5 minutos.
Por último, agregue las pasas, las aceitunas, sazone con sal y pimienta y retire del fuego reservando.

La polenta:
Vierta la polenta en una olla con suficiente agua (puede ser leche) en forma de lluvia, revolviendo continuamente. Condimente con sal y pimienta. Cuando comienza a espesar, coloque una tapa para evitar que salpique y provoque quemaduras, porque en el primer hervor la polenta se pone algo violenta...
Cuando ha espesado la polenta, cocine a fuego suave unos 20 minutos, si es de la polenta común. Si se seca la preparación, puede agregarle agua o leche. Pruebe la polenta y si está ya cocida, retire del fuego.
Después de retirarla, puede agregarle queso parmesano rallado, algunos trocitos de manteca y una cucharadita de nuez moscada. Mezcle bien para que quede de una consistencia suave y cremosa.

El armado:
Precaliente el horno a  180°/190°C.
En una fuente para horno distribuya la mitad de la polenta. Sobre ésta coloque la base o relleno preparado. Encima puede colocar, si lo desea, las rodajas de huevo duro y luego cubra con el resto de la polenta.
Por encima de la polenta, coloque los cubos o trozos de queso mantecoso o mozzarella, las tiritas de pimiento rojo y el perejil picado.
Lleve al horno durante unos 40/45 minutos. Controle de vez en cuando que la cobertura no se dore demasiado rápido. Si ve que toma color muy pronto, baje la temperatura del horno y coloque la fuente un poco más abajo.
Al sacar el pastel del horno, habrá tomado un delicioso color dorado formando burbujas a los costados de la fuente. Deje reposar unos minutos para dejar que los jugos  se asienten un poco.

Recomiendo servir el pastel con una copa de vino malbec argentino, por supuesto.

Buen provecho!


lunes, 30 de enero de 2012

Saludos desde Zwolle: Miguel, el Terminator


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Plaza central o Grote Markt de la ciudad de Zwolle.
Desde hace ya un tiempo que está allí parado en medio de la plaza o Grote Markt en Zwolle, un poco como estorbando el paso - alto, guapo, y verde.
La primera vez que lo vi, no me cayó muy bien que digamos. Al pasar junto a él deseé con todas mis fuerzas que su permanencia en este lugar estratégico en el centro histórico de Zwolle fuera algo pasajero. Por si acaso así no fuera, decidí hablarle y dejarle claro lo que pensaba, "No tienes otro lugar donde instalarte y perder tu tiempo?", le pregunté. "Aquí no puedes quedarte, no perteneces a este lugar. Fuera!" El continuó con su mirada fija perdida; una mirada fría y distante, sin inmutarse siquiera ante mi abuso verbal.

Pero Miguel estaba allí para quedarse.

Miguel el Terminator, como ahora le llamo con bastante más afecto, lo reconozco, que en aquellos primeros días, llegó a mi ciudad de la mano de Herman Lamers, un artista oriundo de Rotterdam. Mike el Terminator es una escultura en vidrio transparente de color verde, 3,10 m. de altura, y representa a un arcángel San Miguel moderno, el patrono de la ciudad de Zwolle desde hace siglos.


En el año 2005 una comisión formada por representantes de la comunidad de Zwolle delinearon las bases para un concurso que tenía como finalidad seleccionar el artista que se encargaría de realizar la nueva escultura que sería emplazada en el centro histórico de la ciudad.
Más de cien artistas plásticos participaron en la pre-selección y finalmente, Herman Lamers resultó elegido para la tarea. En el mes de junio de 2010 la escultura fue emplazada en el Grote Markt de Zwolle, el corazón mismo del centro histórico.

No debe haber sido fácil en aquellos primeros meses para el pobre Miguel el Terminator, estar allí parado a la vista de todos, y ser examinado inescrupulosamente, criticado sin piedad por la gente de Zwolle que no se decidía a aceptarlo como la nueva imagen del patrono de la ciudad.  Dentro del mismo ayuntamiento de la ciudad, incluso, hubo quienes hicieron oír su desacuerdo con esta nueva imagen de San Miguel. Realmente no los culpo, yo misma lo miraba desconfiada de reojo al pasar a su lado cuando iba a la ciudad.

Detalle gracioso de esta foto: la tomé concentrándome en el sujeto en bicicleta pasando junto al Terminator y luego en casa al editar la foto, me di cuenta que el señor era el papá de nuestro amigo Harry!

Los criticos de este nuevo Miguel, el Terminator, coinciden en que se debería haber respetado  la imagen clásica de nuestro patrono, el arcángel San Miguel - es decir, el santo sosteniendo su espada o su lanza en alto, con el dragón moribundo a sus pies.

Pero en lugar de la conocida imagen del ángel guerrero vencedor del mal encarnado en la figura del dragón, nos dieron esta escultura modernista realizada en un material transparente, que emerge de una especie de piscina de vidrio verde, "como un Terminator" (según las palabras del propio creador) para custodiar a todos los Zwollenaren (residentes de Zwolle) día a día en el centro de la ciudad.

Miguel el Terminator viste un traje del siglo 21 en lugar de la túnica y armadura de guerrero que conocemos de la iconografía clásica.  Para sorpresa de muchos, además, no lleva en su mano ni espada ni lanza alguna como su hermano menor ubicado en lo alto de la torre de la iglesia de San Miguel que está en la misma plaza. En cuanto al dragón herido mortalmente por la espada o lanza del arcángel, directamente brilla por su ausencia.

Tal vez Miguel el Terminator es un hombre mucho más pacífico que su colega de la leyenda clásica. Tiene algo del ángel Michael interpretado por John Travolta, con sus dos alas transparentes realizadas en el mismo material que el resto de la escultura. Con ellas plegadas a su espalda y desde sus 3,10 metros, parece protegernos de todo mal.

El hermano pequeño de Miguel el Terminator, encaramado a la torre de la iglesia de San Miguel.
En qué momento dejé de detestar al pobre Miguel el Terminator y desear que se derritiera desapareciendo nuevamente en ese charco de vidrio a sus pies? Cuándo fue que comencé a aceptar este look moderno de nuestro santo patrono, vistiendo lo que podría tranquilamente ser un traje de Armani? No puedo decirlo con exactitud, pero tal vez estas dos personas hayan tenido que ver con mi cambio de actitud.

Mis padres posando junto a la escultura del arcángel San Miguel en el centro de Zwolle.
Mis padres estuvieron de visita por Zwolle el año pasado y ambos quedaron fascinados con la imágen de Miguel el Terminator. Tanto les gustó, que obviamente querían una foto junto al arcángel. Por mi parte, esperaba realmente una reacción bastante diferente de su parte. "Cómo? Un ángel vistiendo un traje común y corriente?", pensé que comentarían más bien asombrados; o que me mirarían incrédulos mientras les contaba que se trataba del arcángel San Miguel. Muy por el contrario, daban vueltas a su alrededor, buscando nuevos ángulos para que yo les tomara más fotos posando junto al Terminator.

Ahora cada vez que visito el centro de la ciudad, siento la necesidad de acercarme y observar la escultura. Cada vez que la miro, descubro que la transparencia del material en el que está realizada adquiere una luz y una tonalidad diferente dependiendo de la hora del día o del clima, incluso, tentándome a fotografiarla una y otra vez. Con cada nueva foto que tomo, pienso en la próxima: si podré tomar una foto durante el día de feria allí en la plaza, o mientras cae la nieve, de noche, o durante algún festival de los que se organizan cada año en Zwolle? Creo que Miguel el Terminator terminará teniendo un book bastante importante digno del modelo masculino más cotizado del mundo de la moda y la publicidad....

Y de repente, ya no me parece tan terrible que Miguel el Terminator haya llegado al centro de la ciudad, para quedarse!

Desmontando el árbol de Navidad en la plaza central, junto a la escultura de Miguel el Terminator.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Tradiciones para celebrar el Año Nuevo

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Sólo un día más y estaremos ya despidiendo el 2011 y dándole la bienvenida a un Año Nuevo. Tal como mencionaba en mi entrada anterior en este blog, nuestra celebración de fin de año tendrá un perfil bajo. Nada de fiesta hasta las tantas de la madrugada ni tampoco recibiremos el 2012 en alguna brillante ciudad europea.

De todas formas, por más tranquilas que sea nuestra celebración de Año Nuevo, hay un par de tradiciones que nos gusta repetir cada vez. Todos los años con mi marido vamos en busca de un árbol de Navidad - uno "de verdad". Esto es algo que nunca hice mientras vivía en Argentina, ya que allí no es habitual que se vendan pinos en los viveros para las fiestas. También seleccionamos, dedicamos y enviamos tarjetas de Navidad para saludar a amigos y conocidos. A la vez, las salutaciones que recibimos en casa, las exhibimos a manera de decoración navideña en la sala.
Otra cosa que no nos puede faltar es el tradicional pan dulce o panettone y este año en lugar de comprarlo a un precio algo excesivo (ya que es importado de Italia), hemos hecho nuestra propia versión siguiendo una receta que nos pasó mi tío durante nuestras vacaciones en Córdoba. Si no es posible conseguir o amasar nuestro panettone, la alternativa igualmente rica es la del kerststol, que es una versión neerlandesa siguiendo la misma idea - un pan dulce con frutas abrillantadas y relleno con una pasta de almendras que se llama amandelspijs.
También este año tendremos en nuestra mesa los ricos turrones que compré en Córdoba y que a pesar de ser varios y de distintos tipos, sé de antemano que no durarán mucho tiempo, ya que el turrón es uno de los dulces favoritos en esta casa.
Esta postal está hecha con algunas de las tarjetas que recibimos este año.
Además de estas cosas ricas,existen dos tradiciones que mantenemos en casa durante la Nochevieja, es decir, el 31 de diciembre y que provienen cada una, de cada lado del Atlántico: oliebollen y las doce uvas.

Oliebollen, que en neerlandés significa literalmente "bolas de aceite", son unos buñuelos tradicionales que son muy populares aquí en los Países Bajos en esta época del año. Normalmente están hechos con harina, huevos, leche, sal, polvo para hornear y levadura; se fríen en aceite y luego se los cubre con azúcar impalpable antes de servir. La receta es bastante sencilla, pero por suerte durante la época de las fiestas, aparecen puestos de ventas de oliebollen por todo el país. El 31 de diciembre siempre hay una larga fila de gente esperando frente a estos puestos para llevarse a casa estos buñuelos típicos de Año Nuevo.

Un puesto de oliebollen en el centro comercial de mi barrio.
En cuantoa las doce uvas de la buena suerte, es una tradición que traje conmigo desde Argentina, y que a su vez, mis abuelos llevaron hasta allí desde su España natal. Cuando comienzan a sonar las doce campanadas a la medianoche, marcando el inicio del Año Nuevo, la tradición consiste en echarse una uva a la boca por cada campanada, que a su vez representa cada mes del nuevo año. Hay quienes toman trece uvas incluso, siendo la uva extra "para la buena suerte". A veces representa todo un desafío tomar las doce uvas a tiempo junto con las campanadas del Año Nuevo y hay que tener mucho cuidado de no ahogarse sin remedio entre tanta uva y saludos, besos y abrazos con los familiares y amigos que nos rodean.
Oliebollen y las doce uvas, listas para celebrar el Año Nuevo.
Qué tradiciones de Navidad o de Año Nuevo son las que mantienen en tu casa?Acaso llevar alguna prenda de determinado color, hacer un brindis especial, besar a quien esté al lado o cantar Ald Lang Syne...? 


Para todos los que visitan este blog les auguro un muy feliz comienzo de este 2012!  Feliz Año Nuevo!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Felices Fiestas!

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Ya de regreso en casa, aquí en los Países Bajos y a pesar de llevar ya unos días aquí y de ir despacio tratando de volver a la normalidad, mi "chip" neerlandés está funcionando a un 85%. Aún me cuesta pensar en neerlandés y la mayoría de las veces cuando me dirigen la palabra en este idioma, automáticamente mis respuestas salen disparadas en español o incluso italiano, que es mi lengua "de repuesto", por llamarla de algún modo.

Cómo van esos preparativos para estas Fiestas? Nuestra celebración de Navidad y de Año Nuevo este año tendrá un perfil bastante bajo. Con mi marido estaremos en casa tranquilos disfrutando el ambiente navideño la mayor parte del tiempo y también visitaremos algunos amigos para compartir lekkere dingen (cosas sabrosas) típicas de esta época del año. Nada demasiado agitado ni de viajes por lo que resta de este año y hasta el 2012.

Normalmente en esta época del año suelo sentirme algo decaída de ánimo debido mayormente a que estoy siempre casi recién llegada desde mi larga estadía de dos meses en Argentina y la readaptación cuesta bastante, sobre todo por estar nuevamente lejos de los míos. Además llego siempre del calor del verano cordobés y días de sol implacable a un invierno holandés que casi siempre es oscuro (es la época de los días más cortos del año), gris y lloviznoso, lo cual no ayuda mucho a levantar el espíritu.
Aún así, me encanta la estación de las fiestas y todo lo que supone: la decoración dentro y fuera de casa, la buena disposición en general de la gente alrededor, las pequeñas tradiciones. Poco a poco consigo encontrar mi espíritu navideño y me dispongo a celebrar estas Fiestas con alegría y agradeciendo tantas cosas buenas que me han tocado a lo largo del año.

Antes de cerrar quisiera agradecerle a todos los que pasan siempre a leer este blog y también a los que llegan a él por casualidad. Les deseo que tengan una hermosa Navidad y que el Nuevo Año se inicie con mucha fuerza y ganas de hacer y lograr cosas buenas.

Felices Fiestas para todos!
Una vez más me gustaría compartir con ustedes el saludo recibido de mi amigo Nicolás, quien grabó este vídeo mientras patinaba por la ciudad donde vive, Rosario, en Argentina. Espero les guste!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico....

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Han pasado ya tres meses desde la última vez que escribí algo en mis blogs. En ese ínterin, me la he pasado viajando y disfrutando de la compañía de amigos y familia y sinceramente, no se me ocurre mejor manera de pasar el tiempo.

Este año he tenido la suerte de viajar bastante. Primero, con mi marido pasamos unos días inolvidables en Andalucía, en el sur de España, visitando Córdoba, Granada y Málaga. Más tarde, nos tomamos unos días de descanso en la bella región de las Ardenas en Bélgica, un lugar en el que nunca había estado a pesar de no quedar tan lejos de donde vivimos. En el verano, pasamos unos días inolvidables navegando por el mar Egeo, visitando algunas de las islas del golfo Sarónico. Luego en el mes de agosto, mis padres vinieron desde Argentina hasta Holanda para pasar dos meses con nosotros, y con ellos visitamos muchísimos lugares dentro del país, además de escapadas cortas a Alemania y Bélgica.

Mis padres durante la visita al Museo del Mar del Sur aquí en Holanda.
Ahora el momento más esperado del año para mi marido y para mí ha llegado, y estamos al otro lado del Atlántico para nuestra visita anual a nuestra familia y amigos en Argentina. Llegó finalmente el momento de verlos a todos y recibir de vuelta el calor y el cariño de nuestra gente compartiendo momentos que luego nos mantienen enteros y esperanzados durante el resto del año al regresar a Holanda.

Siempre siento un poco de pena al dejar este país algo chato del hemisferio norte justo cuando allí comienza la estación del otoño. Este año al parecer, el otroño está siendo bastante benigno y se ha presentado con unos colores y una luz fantástica, a juzgar por las preciosas fotos que he visto en el blog de Alison, "A Flamingo in Utrecht" (en inglés). Aquí les muestro algunas de las fotos que Alison ha tomado en la ciudad de Utrecht recientemente:

Vista otoñal en el canal Oudegracht en Utrecht. ©Alison Netsel
La niebla está siempre presente en los otoños neerlandeses. ©Alison Netsel
Luz otoñal sobre la torre del Dom de Utrecht. ©Alison Netsel
Pero a la vez, la belleza de la primavera que ha estallado de este lado del Atlántico y por aquí por el sur del hemisferio sur, compensa la falta del otoño neerlandés.  Es en esta época del año cuando el bello jacarandá, un árbol típico de nuestra tierra, se cubre de un manto precioso de color azul / malva. Justamente en estos días estuve admirando estos árboles a través de las fotos que Diego, del blog Contacto con lo Divino, tomó en la ciudad de Buenos Aires. Con la generosidad que siempre lo caracteriza, Diego me ha permitido compartir aquí algunas de esas fotos:

Jacaranda en Buenos Aires 006
Jacarandás en flor en los parques de Buenos Aires. ©Diego Bianchi

Jacaranda en Buenos Aires 023
Una hermosa luz se filtra a través de las flores de jacarandá en una calle de Buenos Aires. ©Diego Bianchi

Jacaranda Parte II
Vista de la avenida 9 de Julio en Buenos Aires. ©Diego Bianchi
Aún me quedan tres semanitas más para disfrutar mis vacaciones en Argentina, durante las cuales espero poder visitar rincones especiales de mi país para luego compartir aquí en mi blog.

Hasta la próxima!

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